sábado, 14 de mayo de 2011

UNA. (MÁYICAS).





Una flor se entreabre y al unísono
cae una hoja al abismo y se transforma en árbol.
El sol como un oráculo en silencio ilumina
la senda que recorro y que imagino.

La tenacidad del recuerdo
envuelve el corazón y su latido
se multiplica en el alma como un eco.

Establecida la luz se crea la sombra,
y a su paso
surge la certidumbre de la vida.




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