viernes, 19 de febrero de 2016

ASOMBRO. ( FERMINESCAS).





Te llevo a mi lado como un secreto bien guardado,
mientras digo tu nombre como una plegaria que se dice
en voz tenue y al alba.

Eres una canciòn que quema en la garganta,
y que se vuelve agua,
beso desaforado,
ojos que se entrecierran,
piel que se estremece,
grito desmesurado,
mordedura.

Camino descalzo
sobre un sol que me envuelve.

Descubro en mi asombro
que tu nombre
consigue que mi alma aún florezca.

Allá donde vaya juego con la vida
una eterna y primordial partida inacabable,
y te debo esa esperanza,
los sueños que aún florecen,
esta luz que aún me envuelve,
que me enciende y me apaga como un dios mutilado
que aún sonríe,
y que siempre supo el final
de la historia que contaba.

En esa intermitencia hay una celebración,
surge una ceremonia,
una plegaria que se entona
en voz tenue y al alba.



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