Vengo almacenando madrugadas,
sacando fotos con el alma en primavera.
Voy cantando despacio los nombres que no olvido.
Siguiendo con mis ojos el vuelo inesperado
de gorriones ,golondrinas y jilgueros
que envuelven el aire con sus giros
y lo transforman en circo inesperado
repleto de proezas.
Aguardo y persevero,iluminado
el instante supremo en que la vida
se vuelve un canto prodigioso.
No importa cuán ciegos y sordos estemos los humanos.
El alma canta y todo se transforma.
La Muerte espera su momento y construye
un nido de dolor y en su epicentro
tan sólo algún poema florece y establece
un nuevo nacimiento.
Yo sigo almacenando madrugadas,
sonriendo sabedor de haber logrado
una oportunidad de forjar otra alegría.
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