jueves, 15 de diciembre de 2011

TE DE NUBE


Imagino un planeta sin crueldades ni miedos.
Pretendo otro paisaje para el alma ya oscura
y silenciosa.
Camino como sólo mi piel me lo permite,
y como si no existiera
otra manera de hacerlo que sonriendo.
El verano me aturde con su aullido.
Crepitan las pisadas y el camino.
Y todo es un gemido cada vez más sediento.
Con los ojos que miro cuando salgo a este miedo,
parece inapropiada la esperanza o el gesto.
Bebo mi té de nube y mi licor de viento.
En esa libertad ya sin sosiego
es posible la vida y su misterio.
Yo viviré otras vidas y otros sueños.
Cada vez que sonría elevaré mi vuelo.
Seré un halcón sublime,
y nada me detendrá.

Jamás tocaré el suelo.

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