sábado, 5 de marzo de 2011

SILENCIOS.

Enciendo una lámpara que alumbra
la carta que te escribo.
No sé si preguntarte por todas esas cosas
que hacen ineludible tu recuerdo.


Te imagino sonriendo mientras serenamente
acudes a tu libro preferido.


A tu alrededor la vida desenvuelve
su manto que amarillo como una antigua foto
presidirá tu mesa y envolverá mi olvido.
Caliento café y mientras lo bebo
beso tu piel lejana adormecida,
acaricio tus senos,
camino de tu mano por paisajes que ansío.


El jardín se adormece bajo una tenue lluvia
que lame lentamente la sombra que se embriaga
con su aroma de lirios.
Decido entonces que mejor no la envío.
Finjo no haberte escrito.
Me callaré todo aquello que siento.
Haré de esto mi pequeño secreto.
Apago la lámpara y me envuelvo
en tu lejana risa y en tu mejor recuerdo.


Cuando cese la lluvia ya estaré dormido.
En su arrullo sereno acunaré otro tiempo.



2 comentarios:

  1. Te imagino escribiendo esa "no carta", son siempre tan divinas tus palabras...
    Besos.

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  2. Tiene usted la capacidad de hacer sentir a cada lectora que ella pudo ser su musa. Habilidad y riesgo. Locura imprescindible. (NO) elogio de la ausencia. Exilio como destino.

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