jueves, 30 de septiembre de 2010

CUADERNO NEGRO


sábado, octubre 07, 2006

Cuando muera
Quiero ser convertido en plenilunio.
Cuando muera – si muero - ,
Quiero ser enterrado a los pies de un almendro
Aferrando una pluma de gaviota en mi mano derecha.
Cuando muera
Reiré penúltimo y me llevaré secretos
Y en mi mano izquierda se ubicarán semillas
Que sembraré dormido en otras latitudes que ahora no sospecho.
Y el duende Fermín yacerá a mi costado
Y me contará las historias
Que yo ya he contado y nunca me creyeron.
Cuando muera
Mis caballos recorrerán la tierra de mis sueños
Cuando muera
Se oirá mi silencio en cada puerta
Que se cerró a mi paso.
Y los pocos amigos elevarán su vino
Hacia un inmenso olvido.
Cuando muera - si muero-
Convenceré al silencio para que me permita
Sembrar poemas nuevos en el aire de agosto
Que fue el aire que trajo
La luz a mi universo.
Cuando muera
Repetiré tu nombre en la flor de un cerezo.
Diré que amé la vida como pocos lo hicieron.
Y sabré por tu risa que yo estaba en lo cierto.
Escrito en Maró el 7 de octubre de 2006. I
Leo AntunezEnlaces a esta entrada

 

 

INMENSO

Inmenso
como era inmenso el aire
en plenilunio.
Como la mar inmensa
como la nada.
Como inmenso el sonido en los acantilados.
Inmenso e inasible
como el vuelo de un cóndor
en la luz que lo envuelve en un atardecer de marzo.
Inmenso
como una niebla que lo envolviera todo.
Como la arena infinitamente anochecida
de un desierto aún desconocido.
Inmenso como la luz que ilumina diciembre
antes que la Navidad nos anochezca.
Inmenso como el universo en movimiento,
y tan sereno como el aroma de un jazmín atardecido.
Inmenso como la inmensidad que acuno entre tus senos
cada vez que acaricio
y que conmuevo
el silencio imposible
que surge de tu amor cuando te miro.
Inmenso como la luz que te recorre.
Me reconozco apenas posible entre tus labios
me encuentro casi reconocible en el espejo
de tus ojos inmensos
como era inmenso el aire
como la mar inmensa.

Atlántida
“Casa de la luz en movimiento”
Renacido
Leo AntunezEnlaces a esta entrada

¿Y dónde el plenilunio y la memoria
que atrae al unicornio hasta la fuente?

¿Qué sucederá a partir de ahora
para que cambie el color de la amapola
o el sol surja por el oeste y me sorprenda?

¿Qué sonido desconocido emitirán los pájaros?

¿Hacia qué destino sin lluvia se dirigirán las nubes?

¿En qué lugar oculto in conocido absurdo
aguardará el amor que ilumine la sombra de muerte que me cubre?

Un arco iris negro abarca el horizonte
que es una simple manera de la nada.

Esgrimo tu nombre para responderlo todo.
Hablo hacia tu ternura para iluminarlo todo.

Tu piel es semejante a una bandera blanca,
a una tregua infinita enamorada
de la luz y el espacio necesario
para contestar a todas las preguntas.

Así que, ¿dónde amor y plenilunio, lluvia y fuente,
unicornio y espacio y amapola,
sonido desconocido de los pájaros
luz innominada, lugar desconocido, traerte, conmoverte, esgrimirte,
para de una vez por todas
creer que pertenezco a un átomo siquiera
de algo parecido al universo.?

Leo AntunezEnlaces a esta entrada
Está tan lejos tu presencia
de Ángel que me alumbra.
que el mundo que me toca
apenas si parece una sombra de otro mundo.
El aire de marzo acude con tu risa
para que el mar parezca en movimiento.
La arena es una piel que te recuerda,
y el sol, de vez en cuando,
dibuja tu presencia entre mis manos.
Tus ojos imposibles acuden a la luna
como si aún quisieras
que me parezca a un lobo.
Anochece.
Las sombras hacen que me parezca a un lobo.
Busco tu presencia
de ángel que me alumbra,
y este aire de marzo te dibuja en mis manos,
como si fuera imposible
la distancia y la ausencia que te cubren.
Me rodea un silencio sin palomas.
Anochece.
La luna que me inunda y te nombra,
y
hace que me parezca a un lobo.
Tu lejanía se repite como un eco,
y me transformo en desierto
en piedra sola
en aerolito
en arena disuelta y esparcida.
Anochece.
Tu nombre lo repito ante el agua infinita.
Me siento como un lobo en plenilunio.
Ya ves,
tu ausencia y mi nostalgia
son el mismo musgo que recubre
la piedra sola
el aerolito
la arena desvalida
de mi vida.
Apenas soy un lobo
que te mira y te busca
en cada gramo de luz
que enciende esta noche sin ti,
y que hace que me parezca a un lobo.
Leo AntunezEnlaces a esta entrada

jueves, octubre 05, 2006

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