sábado, 24 de septiembre de 2011

DESPUES. (VENECIANAS).

En lugar de corazón llevo un planeta.


Mis brazos son árboles quemados.


El resto de mi piel,inconmovible,es apenas
un universo envuelto en calma desolada.
Mi boca esconde gritos imposibles.
Las cuencas de mis ojos son volcanes ya fríos
que ven lo que ya nadie mira,
y que aguardan
el dolor de la lava ardiente del olvido.


A mis alas le quedan apenas unas horas.
Después seré silencio inapropiado,
acantilado o rugido o amapola.
-En realidad ya no importa-.
Aún así habrá algo que implique una ternura.
Habrá quizá otros ojos o manos o planetas
que hagan que suceda la luz de otra manera,
y quizá una  lluvia, un meteorito, un llanto
iluminen la escena.


En lugar de corazón llevo un planeta,
una cadencia,
un terror gigantesco ,
una ferocidad parecida a una bandera
que mastican mis dientes
y que como una espuma
presagia la batalla final de mis aullidos.

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