domingo, 19 de diciembre de 2010

SI MIRO

Si miro hacia el futuro
cada día apenas si llega
a la longitud de un latido.
Ahora soy capaz de ordenar sin ninguna metáfora
todos y cada uno de aquellos espejismos
que parecieron ser el eje de la vida.
Discurro lentamente.
Mis pasos no me llevan a ningún hemisferio.
Me emocionan otras pequeñas cosas
que a la mayoría le pueden parecer innecesarias:
Una hogaza de pan recién horneado,
un cachorro gimiendo de alegría al reconocer a su dueño,
un vaso de agua limpia,
el vuelo del pájaro que se acerca a su nido.
El olor de la hierba que acaricio descalzo.
Ver pasar el caballo de un vecino.
La mirada infinita de mis perros
cuando vuelvo a mi casa del olvido.
Si miro hacia la vida,
todo puede parecerme igualmente innecesario.
Injusto.
Inmenso.
Todo oscuro, silencioso, terrible o luminoso.
Debe ser el cansancio lo que hace que se humedezcan los ojos sin motivo.
Cada sol que ahora miro se iguala con la lluvia
que admiro y necesito.
Cada viento que llega es equiparable
al que ya me tocó en otras latitudes
sin que yo lo supiera o percibiera.
Ahora cada instante es precioso,
inigualable y último.
Ahora sí la vida se mide con la vida.

1 comentario:

  1. ¡Relindo, capi! Me encanta que te sientas así, no por la tristeza que siempre es tu compañera sino por la esperanza que guardan esas pequeñas cosas inapreciadas.
    Besotes.

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