miércoles, 1 de diciembre de 2010

FERMINESCAS.

Bebo el nombre de aquella
que sembró su perfume
en mis manos desnudas de caricias.


Escribo en el aire el nombre
para siempre escondido y murmurado
en horas de silencio
en espejos 
en llantos de otra espuma desandada.


Siembro en La Nada de mis horas
su recuerdo y sus manos.


Cosecho olvidos, ausencias,destino inesperado.
Música inaudita.

1 comentario:

  1. Me gusta leerte, es un verdadero placer que me emocionen tus letras reflejo de tantas cosas...
    Me gusta Fermín y sus palabras.
    Besos y gracias.

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