viernes, 31 de diciembre de 2010

LA DUDA. (FRAGMENTO).

Cuando llegues al final del camino de la Caverna Blanca, encontrarás una cadena.
Divide dos mundos.
Si aún desea pertenecer a éste, con sus imperfecciones, miserias y logros, siembra estas dos semillas al pie de la roca de la izquierda, la que llaman La Loba.
Si quieres en cambio dejar fuera de ti este espejismo de tiempo, deberás cruzar la cadena. Jamás intentes cortarla, simplemente deberás pasar debajo de ella, tocar después la roca que llaman La Garza Roja, y seguir camino por el valle.
Nada puedo decirte sobre lo que encontrarás allí, pues nadie ha vuelto para contármelo.
El anciano esperaba mi respuesta avivando la pequeña hoguera con un palito sarmentoso que más parecía una extensión de sus dedos.
¿Has aconsejado de la misma manera a muchos Peregrinos? –pregunté mirándole serenamente-.
Hay pocos de tu estirpe, ya, viajero.
Apenas unos cientos.- contestó en voz baja, entristecido-.
Y cuántos de ellos atravesaron la puerta de la cadena? Pregunté sinceramente curioso-.
Sólo tres.- me dijo -.sólo tres lo hicieron.
Cómo lo sabes, acaso les viste mientras lo hacías?
Creí que lo habías notado ya, -dijo moviendo su  cabeza decepcionado-: soy ciego.
¿Entonces cómo lo sabes, Anciano?
Conté las semillas que brotaron y ya son árboles hoy. –me contestó con ternura, y agregó como si no quisiera ser oído: y sólo escuché gritar a tres…
-Los hombres deciden básicamente por dos razones.
Cuál de ellas te impulsa, Peregrino? La ambición o Los sueños?-
He gastado todas mis ambiciones, y vivido todos los sueños que soñé. Sólo me queda una gran curiosidad sin ambición, una búsqueda sin espejismos. –contesté mirándole a los ojos vacíos.-
Ah..! Eres de esos! Contestó mientras se cubría la cabeza con su manto.-


1 comentario:

  1. Hermosisimo fragmento para dar la bienvenida a un nuevo año. Gracias.
    Muchos besos.

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