viernes, 7 de enero de 2011

NIEBLAS.

Puede ser que te mire y te sonría,
que te diga tomándote la mano:
nos equivocamos demasiado.
Tú nunca me amaste,
pero me atreví a pensar que sí,
que era posible.
Quizá nunca te amé,
y quise creer que sí y que era posible.
Ahora que ambos creemos saber la verdad,
¿de qué nos sirve?
Puede que te mire sin que sepas
hasta qué punto la vida era tu risa.
Caminaré descalzo el resto del camino,
y te diré adiós despacio y en silencio.
Y dejaré que llueva y truene
y se deshaga
en jirones de niebla
el Universo.

1 comentario:

  1. ¿Te he dicho alguna vez que tus poemas me emocionan hasta el infinito?. Besos.

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