miércoles, 12 de enero de 2011

Al comienzo es un temblor, un leve balanceo.
Después es miedo a caer, descomponerse.
Más allá es no ver nada,no escucharse.
Incluso es temor por un mañana insospechado
que pueda suceder sin la conciencia.
Al comienzo es un jadeo y luego una sorpresa
y el respirar se vuelve una proeza.
Después es un silencio indescriptible
y uno se queda solo de soledad inmensa.
Incluso es posible que todo se diluya,
que vuelva el aire puro a conmover las venas.
Pero será apenas ese instante
ya previsto en manuales y sospechas.
Todo sucederá como estaba previsto,
sin luz y sin sombra y sin apenas
una palabra que alegre o que conmueva.
Y entonces todo es todo y ya no se transforma.
Y nada más sucede
que esta paz inmensa.

1 comentario:

  1. Me gusta mucho. Me encanta porque no quiero interpretar lo que significa solo sentirlo como lo sientes.
    Gracias. Besitos.

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