Imagino que es domingo
y tengo cinco años,
y mi madre me lava las orejas,
restriega mis rodillas,
me da un beso,me abraza y me sonríe.
Imagino que hay familiares y amigos
compartiendo la mesa.
Imagino manjares y sonrisas.
Imagino las campanas que me anuncian la misa.
Imagino este vino que ahora besa mi boca,
y el pan que ahora mastico
y que convoca
recuerdos de otras horas.
Imagino que todo sigue siendo lo mismo.
Que tengo cinco años, madre o boca.
El tiempo nada cura.
Tan sólo enmohece lo que toca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario