lunes, 25 de abril de 2011

SATURNAL.

Las calles de mi vida
se visten y desvisten de hojas muertas,
de manadas de pájaros
amarillos sin rumbo determinado y fijo.
El otoño canta en mis esquinas,
camina con mis piernas.
Me despojo de todo aquello que me pesa
y le permito al aire que en su melancolía
disperse todo aquello que muere y que se aleja.
Me vuelvo desparpajo,locura,desvarío.
Aún en lo penúltimo me guardo
una raíz certera que aferra su propósito.
Yo reverdeceré en otro momento.
En mí se está gestando lo que nadie predijo.
Soy mi propio profeta decidido
a crear su hemisferio y su espejismo.

1 comentario:

  1. Ay, mi querido poeta..me encanta ese "gato callejero" que llevas dentro y te empuja a aferrarte a la vida...esa es una lección que aprendí gracias a tí para "soportar" esta vida.
    Un beso.

    ResponderEliminar