lunes, 4 de abril de 2011

A mi costado se acumula el temblor de tu nombre.
 El cielo es una fragua de relámpagos.
Me imagino imposible otra caricia.
Ninguna boca tiene la cualidad precisa.
Ninguna mano acude,
ninguna piel sucede,
nada espero de nadie, toda  noche es ajena.

1 comentario:

  1. Es lo que tienen las lluvias otoñales, las tormentas...los temporales...traen demsaidos recuerdos en la penumbra.
    un beso.

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