miércoles, 3 de noviembre de 2010

Allí precisamente.

...Y allí precisamente donde estaba
enarbolando el amor como una lámpara,
rió,-desprevenido-, imaginando
que el sol era una fragua
y él un hierro.
Una clase de metal ya moribundo
que a fuerza de calor
y de otras artes
adquiría la forma decidida.
...Y allí donde estaba
acunaba otro sueño
y reía mirándose de pronto disfrutando
de la luz y el jazmín
y del silencio.

(Había cuatro manzanas en perfecto equilibrio en el frutero).....

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