lunes, 1 de noviembre de 2010

sábado, diciembre 19, 2009

Poseo y me posee ese largo cansancio del que sabe
que no puede darse nunca por vencido.
La espesa melancolía que contiene
la memoria implacable de aquellos que han vivido.


Cabalgo un dragón y sobrevuelo
todo el dolor que di y que me dieron.


Poseo la certeza del que cree.
Enciendo la hoguera del futuro

a sabiendas de que es lo que yo espero.

En el largo sendero de lo cierto
me espera el otro lado del espejo.

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